TAVENNA

Como en otras zonas de Molise, el 12 de junio se celebra en Tavenna una procesión matutina en honor de San Antonio de Padua con carros tirados por bueyes y decorados con flores e iconos del santo, empezando por el principal, que data del siglo XVI, que es llevado a su vez por uno de los carros familiares que se mantienen y perpetúan en el tejido social del pueblo. Las estructuras de los carros tienen a veces forma de barril, otras veces son un simple carro de labranza decorado, sin cubierta superior. Muchos fabricantes de carros insisten en el trabajo duro y el compromiso de quienes preparan los animales, aunque a menudo también los toman de familias amigas de Larino que pueden prestarlos en otras ocasiones. Los guardianes y practicantes insisten en la importancia de mantener la tradición y el respeto por las entregas recibidas de las generaciones anteriores. Los adornos vegetales y florales son menos redundantes que en otras procesiones de la zona, sustituidos más bien por encajes y bordados de bolillos. De nuevo, según el testimonio de los carreteros, tras una fase en la que muy pocos seguían organizando los carros familiares en honor a San Antonio, el orden de la procesión y de los carros no era tan estricto como en el pasado. El orden procesional y la tarea de llevar el icono del santo, por razones de respeto al compromiso de todas las carretas y familias, se alterna de año en año, permitiendo que todos puedan llevar el icono del santo y sentirse parte integrante de la celebración devocional. Es costumbre imprimir camisetas con diferentes colores y los nombres de las diferentes familias que montan las carrozas. Varios estudiosos y expertos en historia local recogen testimonios e imágenes de la fiesta.

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TAVENNNA

Como en otras zonas de Molise, el 12 de junio se celebra en Tavenna una procesión matutina en honor de San Antonio de Padua con carros tirados por bueyes y decorados con flores e iconos del santo, empezando por el principal, que data del siglo XVI, que es llevado a su vez por uno de los carros familiares que se mantienen y perpetúan en el tejido social del pueblo. Las estructuras de los carros tienen a veces forma de barril, otras veces son un simple carro de labranza decorado, sin cubierta superior. Muchos fabricantes de carros insisten en el trabajo duro y el compromiso de quienes preparan los animales, aunque a menudo también los toman de familias amigas de Larino que pueden prestarlos en otras ocasiones. Los guardianes y practicantes insisten en la importancia de mantener la tradición y el respeto por las entregas recibidas de las generaciones anteriores. Los adornos vegetales y florales son menos redundantes que en otras procesiones de la zona, sustituidos más bien por encajes y bordados de bolillos. De nuevo, según el testimonio de los carreteros, tras una fase en la que muy pocos seguían organizando los carros familiares en honor a San Antonio, el orden de la procesión y de los carros no era tan estricto como en el pasado. El orden procesional y la tarea de llevar el icono del santo, por razones de respeto al compromiso de todas las carretas y familias, se alterna de año en año, permitiendo que todos puedan llevar el icono del santo y sentirse parte integrante de la celebración devocional. Es costumbre imprimir camisetas con diferentes colores y los nombres de las diferentes familias que montan las carrozas. Varios estudiosos y expertos en historia local recogen testimonios e imágenes de la fiesta.

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