MONTECILFONE

Procesión de carros familiares, tirados por ganado y decorados con elementos florales de papel crepé, iconos del santo, paños bordados y mantas de ganchillo en honor a San Antonio de Padua. De forma similar a las de barril que ya se encuentran en Larino y Santa Croce, son preparadas por las familias y los cuatro barrios que componen este municipio de la minoría arberense en el que se han mantenido a lo largo de los siglos tanto las formas de expresión religiosa típicas de la zona como el ceremonial relacionado con las devociones especiales del componente albanés (por ejemplo la persistencia de una procesión y carrera de caballos que hasta los años 90 se seguía celebrando en honor a San Jorge -el 24 de mayo-, pero que también era una fiesta que celebraba al héroe nacional Giorgio Castriota Skanderberg, un líder que dirigió al pueblo albanés que desembarcó en la costa italiana). Las carrozas están decoradas con flores y guirnaldas, con cortinas y banderas de todos los colores. Los bueyes que tiran de las carretas tienen los cuernos dorados y están decorados con cintas de colores, lazos y telas de algodón que los envuelven. Tampoco es raro ver aquí carros más pequeños tirados por cabras y ovejas. A lo largo del recorrido -como también en Santa Croce- se disparan fuegos y disparos para señalar el paso de la estatua del Santo y de los carros que la siguen en procesión. La procesión desfila según un orden numérico oficial que se transmite de padres a hijos, según la mayor antigüedad en la propiedad de la carreta -como ya se señaló para la fiesta de San Pardo en Larino-. Detrás de las carrozas desfilan grupos de hombres y niños con camisetas o vestidos de colores que reflejan la decoración de las diferentes carrozas. La forma de las carrozas cambia según las familias: desde las más tradicionales con forma de barril y decoradas con flores hasta las estructuras de madera y los adornos de espigas o hiedra.

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Procesión de carros familiares, tirados por ganado y decorados con elementos florales de papel crepé, iconos del santo, paños bordados y mantas de ganchillo en honor a San Antonio de Padua. De forma similar a las de barril que ya se encuentran en Larino y Santa Croce, son preparadas por las familias y los cuatro barrios que componen este municipio de la minoría arberense en el que se han mantenido a lo largo de los siglos tanto las formas de expresión religiosa típicas de la zona como el ceremonial relacionado con las devociones especiales del componente albanés (por ejemplo la persistencia de una procesión y carrera de caballos que hasta los años 90 se seguía celebrando en honor a San Jorge -el 24 de mayo-, pero que también era una fiesta que celebraba al héroe nacional Giorgio Castriota Skanderberg, un líder que dirigió al pueblo albanés que desembarcó en la costa italiana). Las carrozas están decoradas con flores y guirnaldas, con cortinas y banderas de todos los colores. Los bueyes que tiran de las carretas tienen los cuernos dorados y están decorados con cintas de colores, lazos y telas de algodón que los envuelven. Tampoco es raro ver aquí carros más pequeños tirados por cabras y ovejas. A lo largo del recorrido -como también en Santa Croce- se disparan fuegos y disparos para señalar el paso de la estatua del Santo y de los carros que la siguen en procesión. La procesión desfila según un orden numérico oficial que se transmite de padres a hijos, según la mayor antigüedad en la propiedad de la carreta -como ya se señaló para la fiesta de San Pardo en Larino-. Detrás de las carrozas desfilan grupos de hombres y niños con camisetas o vestidos de colores que reflejan la decoración de las diferentes carrozas. La forma de las carrozas cambia según las familias: desde las más tradicionales con forma de barril y decoradas con flores hasta las estructuras de madera y los adornos de espigas o hiedra.

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